LA CORRUPCIÓN en las cartas 11 y 180 del Maestro Ávila
A un Señor de este
Reino; a D. Francisco Chacón, marqués de Priego, en contestación a la suya,
entre los avisos particulares que le ofrece, leemos:
“Lo primero y que más pena da es
ver a nuestro Señor tan ofendido CON
JURAMENTOS FALSOS, O DICIENDO MENTIRA EN LO DE PRESENTE, O NO CUMPLIENDO LO QUE
SE JURA. Y donde más se usa esta desventura es donde más lejos debía de estar;
conviene a saber, en el ejercicio de la
justicia y cosas tocantes a ella. Los que en este caso más desenfrenados
están son los escribanos, que, jurando todos guardar el arancel de estos
reinos, casi ninguno lo guarda; y aunque es verdad que era cosa muy justa
acrecentarles los derechos, pues los tiempos son diferentes, más no por ello
dejan ellos de pecar quebrantando lo jurado. ¿Y qué decir de las veces que esto
ocurre? Cuéntense los contratos, testamentos, actos judiciales y, en fin, todas
las escrituras que hacen, y súmense cuántos perjurios habrá cada día en esa
ciudad; y cuéntense todos los demás que
se hacen en el reino, y parecerán ser tantos, que no haya corazón que sabiéndolo no deseé un castigo que
tantas y tales ofensas merecen…(y sigue
más adelante) Para mi tengo, que una de las causas porque el Señor nos azota en
cosas temporales y espirituales,
esterilidad de unas y otras, es por este pecado.(C.11.1004-1024)
Quién le iba a decir al Maestro Ávila, años atrás, que “las negras leyes”
estudiadas en Salamanca, a las que hará referencia con notable malestar, les
iban a servir como soporte para evangelizar en lo social.
Después de expresar lo
que algunos dicen que el remedio estaría en que una nueva ley aumentara las
tasas – entretanto que salga," ellos
verdaderamente quebrantan el juramento con el propósito de
seguir quebrantándolo".(C.11.1046).
Quién
nos iba a decir que el “estado de bienestar” disfrutado iba a dar paso al
“estado de malestar” a que ha dado lugar la clase dirigente entre otros
factores y que estemos anidando una mirada pesimista ante un futuro incierto al
no vislumbrar “algo nuevo” que dé paso, que devuelva, que dé respuesta a la
esperanza frustrada.
Como al que se le
calienta la lengua, el maestro Ávila, aflora y desarrolla la cuestión para que
no quede cabo suelto.
“Son tan excesivos los derechos que llevan, que, por mucho que el rey se
los tasase, no serían tanto, ni con mucho, como lo que ellos llevan, o pidiéndolo o recibiéndolo; y lo uno y
lo otro le está vedado por ley; aunque pocas personas hay que quieran dar de su
voluntad más de lo que deben; y si lo dan, es por entender que el escribano no le despachará con
diligencia su negocio, si no es a peso de dinero así lo hacen entender, tanto como pidiéndolo como
obligando a que se pague.(C.11.1054-1070)
Hoy: serán la subida de
impuestos o los casos que afloran cada día en los medios de comunicación.
Los jueces tienen
obligación de remediar esto, así por vía del perjuicio, pues es cosa pública,
como por vía del excesivo precio que llevan, y así está mandado por ley que
sean castigados por ello. Ni los tales jueces se pueden excusar…porque ya se
sabe que, si no hay pasión que mueva a pedir estas cosas, no hay a quién se le
dé nada por ellas, y por temor de los mismos escribanos pues es gente que
puede dañar, o, por lo que a cada uno se le antoja, quiere más callar que
meterse en estos pleitos. … Y pues esto consta hay obligación de castigarlo y
remediarlo…
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