sábado, 14 de diciembre de 2013

SAN JUAN DE ÁVILA Y LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN BAEZA

Como ya lo hiciera al hablar del Monasterio del Tardón, el  poder atractivo y arrebatador del Maestro Ávila se vio pronto rodeado en cierto modo numeroso de clérigos y laicos que vieron en él el perfecto director espiritual, sugiriendo a cada uno de sus discípulos el camino que podían seguir en orden a alcanzar la santidad de vida.




Esto explica: el encuentro que tuvo en Granada con el duque de Gandía, que sería definitivo para orientar su vida al servicio de Dios; que unos treinta de sus discípulos pasaran espontáneamente a engrosar las filas de los hijos espirituales de San Ignacio de Loyola que el año 1540 el Papa los reconoció  como “Compañía de Jesús”.


Entre estos treinta, hay que destacar para el caso que nos ocupa y su relación con Baeza. A  Diego de Guzmán, hijo del conde de Bailén, que le conoció en Sevilla, trayéndolo a Baeza a la naciente universidad y poniéndolo al frente del Colegio de Úbeda. A Gaspar Loarte gran catequista y predicador, que participó en la primera colación de grados de la universidad, año 1549, viniendo a ser uno de los primeros integrantes del claustro universitario y Alonso de Bárcenas, natural de Baeza, que misiona en BEAS, 1556 (según atestigua el Maestro JUAN DE CISNEROS, prior de la Parroquia de San Pedro de Baeza.) y fue uno de los primeros Maestros de la Universidad. (a estos tres los recibió en la Compañía de Jesús, SAN FRANCISCO DE BORJA – antes duque de Gandía -)


Mientras esto sucedía La Compañía de Jesús se estableció en nuestra Ciudad. Primero, junto a la ermita de San Benito y por ser estrecha su capilla, que acomodaron en una sala para tener oración y decir misa, los religiosos ejercitaban los ministerios de confesar y predicar en las Iglesias parroquiales de San Pedro y San Miguel ( de ésta última fue prior el Dr. Juan Navarro de Panduro, catedrático de Prima y Escritura en la Universidad y arcipreste de la Colegiata, fue tenido por santo, murió en 1614 y fue sepultado en la capilla mayor de San Miguel ) Murió el hermano PEDRO DELGADO coadjutor temporal y lo enterraron en la capilla del canónigo Flores de la Iglesia de San Pedro.


Después se acomodaron en una casa en la plazuela de la Hoya por espacio de veinte años. Hubo en este colegio estudiantes religiosos, donde se les leía Teología Escolástica, entre ellos el V. P. Diego Ruiz de Montoya, bien conocido por sus escritos y el P. Martín de Roa. Eran admitidos estudiantes seglares para cursos, como en la Universidad a cuyos actos asistían los nuestros y cuando los había en casa venían los Doctores y Maestros a replicar.

( Es de notar, que desde que se fundó la Compañía de Jesús y desde el primer momento que el Maestro Ávila tuvo conocimiento de ella, le escribirá a San Ignacio: ”…es cosa del Señor y obra de mucha misericordia” (carta 190, 9). Sus relaciones fueron tan fluidas, que el maestro Ávila les ayudó a superar las dificultades que encontraron en Salamanca. (Carta 228, 97) La ilusión de San Ignacio había sido que el Maestro entrara también en la Compañía.


Entramos en la década de los cincuenta. Se vivía entonces un momento fuerte de corrientes espirituales apoyadas por grandes santos y favorecidas por escritos de la época, que se prestaban a confusiones y desorientaciones  que podían contagiar el ambiente de doctrina dudosa y la inquisición, defensora de la ortodoxia no estaba dispuesta a seguirle el juego.

Corrientes que se caracterizaban por diversas manifestaciones: auténticas unas (como el caso de Santa Teresa de Jesús) y muy dudosas e incluso erróneas otras ( como sor Magdalena de la Cruz en el convento de Santa Isabel de Córdoba a quién el Maestro Ávila se negó en rotundo a visitarla ) El Maestro Ávila ayudó a muchos a desengañarse de un camino tan falso como era el de LOS ALUMBRADOS exponiendo claramente:  La oración y el recogimiento va por el camino de la unión con Dios, buscando su voluntad; Los sentimientos y los fenómenos extraordinarios por sí, no son signos de santidad; puso al descubierto la aptitud de los “dejados” que buscan los gustos espirituales sin querer esforzarse por practicar las virtudes.


La Inquisición había empezado a tomar cartas en el asunto, no siempre con la debida precisión y claridad, llegando a sospechar de algunos de los discípulos más sobresalientes del Maestro Ávila, llegando a ser privados de libertad, enseñándose  sobre todo en los “conversos” – que en gran parte eran discípulos suyos – siendo éstos objeto de calumnias de los cristianos viejos.


(ESTA LUCHA, DA PIÉ, A MI ENTENDER, A QUE VIENDO EN PELIGRO EL FUTURO DE LA UNIVERSIDAD DE BAEZA, PIENSE EN PONERLA EN MANOS DE LOS JESUITAS Y QUE ÉSTOS A SU VEZ, NO SE VEAN LO SUFICIENTEMENTE DECIDIDOS.)

El año 1553, en Córdoba  el P. Nadal S.I. se encuentra con el Maestro Ávila para tratar de la entrega de los colegios avilistas. Era deseo del maestro Ávila, ya enfermo, que la Universidad de Baeza pasara a la dirección de los jesuitas, pero las dificultades internas no pudieron solucionarse. San Ignacio de Loyola murió en 1556 y San Juan de Ávila en 1569.



Un año después de la muerte de San Juan de Ávila Dª Elvira de Ávila, mujer  de D. Bartulo Sánchez, oidor de la Chancillería de Granada  fundaba el Colegio e Iglesia de Santiago de la Compañía de Jesús. Allí se pasaron los religiosos y en su Iglesia celebró la Ciudad la fiesta de San Francisco de Borja. Con grandiosas fiestas celebró su beatificación su biznieto, el obispo de Jaén y Baeza D. Baltasar Moscoso y Sándoval. 

1 comentario:

  1. Basílica de San Juan de Ávila y la Compañía de Jesús:
    http://galeon.com/sanjuanavila/Santuario.htm

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