sábado, 14 de diciembre de 2013

SAN JUAN DE ÁVILA Y LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN BAEZA

Como ya lo hiciera al hablar del Monasterio del Tardón, el  poder atractivo y arrebatador del Maestro Ávila se vio pronto rodeado en cierto modo numeroso de clérigos y laicos que vieron en él el perfecto director espiritual, sugiriendo a cada uno de sus discípulos el camino que podían seguir en orden a alcanzar la santidad de vida.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

IGLESIA de “LAS ESCUELAS” y ANTIGUA UNIVERSIDAD “SANTÍSIMA TRINIDAD”


A principios de la década de 1560 existe ya una Real Provisión que autoriza la construcción de un edificio universitario en el lugar de San León, lugar extramuros junto a la ermita y puerta de ese nombre (hoy erróneamente llamada del Barbudo), el Pósito y la Alhóndiga. Una década después Alonso de Carvajal dona a la universidad un solar en dicho lugar de San León, lindante con los adarves y el Pósito. La importantísima herencia del Arcediano de Campos RODRIGO PÉREZ DE MOLINA, sobrino del fundador RODRIGO LÓPEZ permitió el aumento de dotación de las cátedras y el impulso a las obras del nuevo edificio. En el año 1565 PEDRO FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA sobrino del arcediano de Campos, que ya venía formando parte del claustro, será el promotor de este nuevo edificio que iniciando el curso académico oficial el 18 de octubre de 1595, tendrá lugar el suntuoso acto de inauguración.

LA CONCEPCIÓN, SAN JUAN DE ÁVILA y los CARMELITAS DESCALZOS. Partes III

LOS  CARMELITAS DESCALZOS

Hemos de retroceder en el tiempo para ver el nexo existente entre LOS CARMELITAS DESCALZOS y SAN JUAN DE ÁVILA.

(Aparte de lo que conocemos por la llamada “ESCUELA SACERDOTAL DEL MAESTRO ÁVILA”, su labor de dirección y discernimiento (dones para los que estaba singularmente dotado) se concentra en sugerir a cada uno de sus discípulos el camino que pueden seguir en orden a alcanzar la santidad de vida. Uno de estos caminos fue el de la vida eremita, y en este aspecto tuvo una singular importancia el Monasterio del Tardón.


 Sintetizando diré  que en el desierto DEL TARDÓN vivieron ocho años  el Padre Mariano de San Benito, (que con Santa Teresa vendría a ser una gran columna de la orden carmelita descalza) y Fray Juan de la Miseria, raro ejemplo de santidad (será quién pinte a Santa Teresa). De este desierto hará mención Santa Teresa en el capítulo 16 del Libro de las Fundaciones. Al hablar del Padre Mariano que le relata la vida ermitaña que llevaban, dirá la santa “    PARECIOME EL RETRATO DE NUESTROS SANTOS PADRES”.

La estancia de dichos Padres en el TARDÓN se debe a que el Padre Mateo fue el primer ermitaño en instalarse en este lugar, uniéndose a él el Padre Diego Vidal de la orden de San Basílio, con el visto bueno del Maestro Ávila. Dicho Padre le persuadió para que recibiesen más ermitaños llegando a la conclusión  que habían de consultarlo con el Maestro Ávila que si él dijera que los recibieran, lo harían.


Comenzóse a poblar de hombres santísimos, llegando  a cuarenta en poco tiempo. Entre  éstos estaban el Padre Mariano de San Benito y Fray Juan de la Miseria que juntos con otros pasaron a engrosar las filas del Carmelo Reformado.

SANTA TERESA  de  JESÚS

Aparte de recibir a Francisco Hernández cuando estuvo fundando en la villa de BEAS, antes lo hizo en Malagón el rector de la Universidad Dr. Bernardino de Carleval comprobando personalmente lo que de ella se decía y más tarde, antes de emprender camino para Barcelona,  en Toledo, lo hizo el Dr. Pérez de Valdívia, quedando la santa hondamente impresionada al descubrir en él el hombre de Dios que era.


Muy poco tiempo, antes de la muerte de San Juan de Ávila, tuvo Santa Teresa de Jesús ocasión que el Padre Maestro la confortará y devolviera la paz a su espíritu. Ella nunca se sentía segura del todo, por grandes que fuesen las misericordias de Dios y las mayores letras de España, los hombres más espirituales le certificasen de su buen camino; más porque no quedase medio por intentar de su parte, resolvió dar de sí cuenta a la Iglesia y someterse en todo a su juicio.


Fue D. Francisco de Salazar, Inquisidor Apostólico y luego Obispo de Salamanca, quién para más seguridad le aconsejó pusiese por escrito todo lo que sentía  y había pasado por su interior, con toda llaneza y verdad y lo enviase al Padre Maestro Ávila que la entendería mejor y que con la respuesta que él le diese se sintiera segura y que no había de temer.

La carta llegó al destinatario, después de muchas peripecias, con tiempo suficiente para que el Maestro Ávila le respondiera. Todos los que han escrito de la Santa han hecho gran estima de la aprobación dada por el Padre Maestro.


El santo obispo de Tarazona Fray Diego de Yepes, Jerónimo, confesor de Felipe II y de la Santa.

Fray Jerónimo Gracián, Prior del convento de Úbeda: “con esta carta se tranquilizó la Santa, cosa que antes no había podido”.

El P. Francisco de Ribera S.I., hablando de esta carta dice “tanto fruto hizo siempre con sus palabras y con sus escritos”

LA CONCEPCIÓN, SAN JUAN DE ÁVILA y los CARMELITAS DESCALZOS. Parte II

En la actualidad, esta Iglesia está regentada  por los PP Carmelitas Descalzos que en 1954 se hicieron cargo de ella. La primera vez que hicieron acto de presencia en la Ciudad de Baeza fue en el año 1579, cuando SAN JUAN DE LA CRUZ, (a instancias de la Madre Ana de Jesús, priora del convento que SANTA TERESA DE JESÚS en el año 1575 fundó en la villa de BEAS ) con un reducido número de religiosos se establecieron  en la Ciudad, para poder formarse en la  Universidad ya consolidada. Llevando 30 años funcionando.


Será el P. Gracián de la Madre de Dios el que escribe.”Hay un Colegio que allí  fundó el padre Maestro Ávila de clérigos muy santos, que salían a predicar y confesar por aquellos pueblos con vida apostólica y leían enseñando a los estudiantes seglares con la ciencia, la oración y la mortificación como si fueran religiosos. Hay en esta ciudad gran espíritu, así en hombres como mujeres…)y FRANCISCO DE CUADROS  al declarar en el proceso dirá, que los carmelitas al llegar a esta ciudad entendieron que  “para que la ciudad de Baeza fuese un convento(…) no le faltaba otra cosa  sino que se cerrasen las puertas de la ciudad de noche, como se cierran las de los conventos”.

En los profesores de la Universidad: los Doctores Bernardino de Carleval y Pérez de Valdivia entre otros encontraron gran afinidad ya que la espiritualidad que les movía tenía muchos puntos en común. Baste recordar la fundación de LA PEÑUELA  (La Carolina) y la  DEL TARDÓN (en Hornachuelos  Córdoba) que al pedirle el Papa a los ermitaños  que vivieran en comunidad, se acogieron a las reglas de San Basilio, viniendo a ser la advocación que tomó el convento erigido en Baeza.


El historiador Ximenez Patón nos dirá : En la parte que dicen Calancha un colegio de aventajada fábrica de religiosos descalzos de nuestra Señora del Carmen, que suelen ir a las Escuelas  donde leen Artes y Teología y si la necesidad obliga  Teología o Artes.

Era en tiempos del obispo DEZA cuando se fundó el convento de Descalzos, del que no quedan restos. Aunque Galera Andreu comenta que el núcleo fundamental de las obras estuvo listo en el año 1621. En este lugar se levantó la Escuela de Artes que perduraría hasta mediados del siglo pasado, erigiéndose en el mismo sitio el nuevo edificio de las dichas escuelas, teniendo acceso por la Travesía del Carmen.



Solamente, a ras del suelo en el patio que queda en el margen derecho de la entrada al edificio nos encontramos un monumento a SAN JUAN DE LA CRUZ, evocando el convento de San Basilio e Iglesia del Carmen que él fundara en este lugar. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

LA CONCEPCIÓN, SAN JUAN DE ÁVILA y los CARMELITAS DESCALZOS. Parte I

Extramuros de la ciudad  hay un hospital de mucha caridad y devoción, bajo la advocación de la limpísima Concepción de la Virgen Santísima María, donde se curan enfermos de calenturas y heridas, con mucha caridad, aseo y cuidado, con la renta que tiene  y limosnas de la Ciudad, que se le hacen grandes. En el archivo municipal, año 1529, se encuentran las Ordenanzas de la Cofradía y Hospital de la Purísima que se conocía de tiempos inmemoriales, erigido según parece después de reconquistada la Ciudad.


Los estatutos dados por el Maestro Ávila a la naciente Universidad (en paradero desconocido) debían recoger su pensamiento: en cada enfermo está Cristo esperando, tanto para santificarle, como para estimular a otros hermanos a la caridad. La acción apostólica  deberá, pues, derivar a ese campo de caridad, que es prioritario y se concretará en los hospitales. El servicio a los enfermos ocupará un lugar muy importante en las actividades que los profesores y alumnos de estas Escuelas han de llevar a cabo los sábados. No es  de extrañar que FRANCISCO HERNÁNDEZ, de quién hablaremos más ampliamente participara en estos menesteres caritativos con los enfermos.

En este Hospital gastó lo más de su vida y murió en él una gran sierva de Dios, hermana del santo Doctor Diego Pérez, sirviendo y curando a los enfermos con mucha misericordia: de cuya bondad, virtud y humildad santa, si hubiera de escribir, pudiera hacer particular, grande y devota historia, como la de su hermano.

FRANCISCO HERNÁNDEZ


Se crió desde niño en casa del Padre Maestro Ávila, al lado de los Doctores Carleval y Valdivia; quizá aprendió a leer y escribir en dichas Escuelas. Tuvo por oficio enseñar la doctrina cristiana a los niños de Baeza y esto le bastó para predicar mucho tiempo y con gran fruto. Salió de las Escuelas, tan fervoroso y devoto del santísimo Sacramento que el día del CORPUS parecía salirse de juicio: Solía ir disfrazado como un Rey David delante del Arca de la Alianza, en compañía de todos los muchachos que iban cantando alabanzas a Dios.


FRANCISCO de CUADROS ALFEREZ, Prior de San Andrés, nacido en 1575, refiere haberlo conocido, por ser su Maestro en el Colegio de Niños donde él se enseñó a leer y escribir. Recuerda verle con hábito de clérigo sin serlo y oírle predicar en las plazas de la Ciudad y de oír con admiración a muchos decir: ¿cómo este hombre predica, pues no ha estudiado?


PEDRO DE LOMAS clérigo, presbítero y feligrés de San Pablo, dice haber sabido por los Padres Carmelitas Descalzos que el Colegio de Niños ha tenido Rectores de gran espíritu y veneración y uno de ellos fue FRANCISCO HERNÁNDEZ que por muchos años gobernó este Colegio con gran santidad y sin ser hombre de letras  hacía pláticas a los Niños y en la plaza de esta Ciudad.


Bernardino de Carleval, lo puso más por su celo que por sus letras al frente del Colegio de los niños erigido en Úbeda. Por aquel entonces 1575, según parece, visitó en la villa de Beas a Santa Teresa, quedando ésta un tanto sorprendida. La Inquisición puso los ojos en él, teniéndolo en prisión hasta 1577 que lo sentenciaron. Quedó tocado de pasar por esta prueba y desde entonces comenzó a pensar en darle un giro a su vida. Se fue encariñando con la espiritualidad carmelitana, cambió el hábito de clérigo por el pardo carmelitano, vistiéndoselo el Padre Gracián de la Madre de Dios, que terminaba de fundar convento en Úbeda, tomando por nombre FRAY FRANCISCO DE JESÚS, EL INDIGNO. )

Volviendo a lo que fuere el Hospital de la Concepción que el Maestro Ávila frecuentara para atender y cuidar de los pobres y enfermos; tanto el Hospital como la Capilla anexa fueron sufriendo transformaciones.


El obispo Moscoso, preocupado por el desarrollo del Concilio de Trento, le lleva entre otras cosas, a preocuparse de las fundaciones benéficas destinadas a los más necesitados. Así, levantó en lo que fuera la antigua Iglesia de la Concepción, que existía contigua a la de San Francisco, otra de mayor dimensión que data de 1625, remodelando todo el complejo hospitalario, aportando de su propio peculio gran parte del dinero necesario.

La fachada que da al SO es interesante. Emula a la contigua del convento de San Francisco. Interesa resaltar  el tema mariano que anima y domina la portada. Un cuadro en relieve de la Purísima Concepción rodeada de los símbolos que la enaltecen, junto con los escudos laterales de la Ciudad y del obispo Moscoso.

                                           

sábado, 7 de diciembre de 2013

FIESTA EN LA UNIVERSIDAD DE BAEZA A LA INMACULADA

Estamos ante una obra que forma parte de la literatura mariológica sobre la Inmaculada Concepción, tema de enorme predicamento en el Siglo de Oro, particularmente en el marco de las festividades religiosas del reinado de Felipe III (1598 – 1621), principal promotor del culto concepcionista.


El culto concepcionista fue especialmente destacado en Andalucía y, sobretodo en Baeza, cuya Universidad se convirtió desde su fundación en una de las principales promotoras de la proclamación de este misterio como dogma de la Iglesia Católica.

Como es sabido, desde finales de 1617 esta Universidad, al igual que otras muchas, exigía a sus alumnos un voto o juramento de defensa de este misterio, requisito previo a la colación de sus grados académicos. Y fue precisamente con ocasión de la fiesta de Baeza a la que da nombre el libro, cuando se acordó redactar el juramento o Estatuto inmaculista en dicha Universidad, promulgado solemnemente el 14 de enero de 1618 en el Claustro de profesores  de las Escuelas y Universidad de la Santísima Trinidad de  Baeza. (Dicho Juramento figura en el folio 48 de la presente obra.)


El redactor y compilador del libro fue Antonio Calderón, catedrático de Artes en la Universidad y uno de los siete jueces de la justa poética celebrada en diciembre de 1617.

Antes de la relación propiamente dicha de la Fiesta, hay una dedicatoria de Calderón a su Ciudad de gran interés histórico y literario. Su intención es el de elogiar su Ciudad y su Universidad por ser paladín del culto concepcionista. Nos dice:” Honra es de las Escuelas de Baeza que se sepa lo que ha hecho en honra de la Concepción purísima de María, y mía lo será no pequeña de camino de paso honrar mi patria, diciendo algunas de sus excelencias.”


Presenta a continuación una serie de documentos muy variados, que sirven para conocer los acontecimientos que propiciaron la celebración de la Fiesta. Tras estos preliminares Calderón nos presenta los textos relativos al certamen poético, sobresaliendo entre éstos el poema latino del propio Calderón  que contiene “los más grandes fundamentos  que hay a favor del misterio de la Concepción” reflejando el marcado carácter doctrinal  que la Universidad de Baeza supo imprimir en la celebración de la fiesta en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen.


(Tomado del artículo de Manchón Gómez aparecido en Catálogo  JUAN DE ÁVILA  El Maestro y su tiempo.)

ALEGORÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

El libro que escribió Antonio Calderón sobre la Inmaculada Concepción, va acompañado de esta estampa realizada por el grabador flamenco Herman Panneels. Esta estampa, como podemos apreciar, desarrolla una composición tripartita de tres calles y tres cuerpos de gran barroquismo.


En la calle central, una columna cuyo cimiento es el escudo de España durante el reinado de Felipe IV, actúa como punto de referencia para la apocalíptica imagen de la Inmaculada Concepción. María es representada  como una niña, en una gloria esplendente, vestida de sol, coronada de doce estrellas y con larga cabellera sobre sus hombros. A sus pies aparece la luna con las puntas hacia arriba y el dragón vencido por la Nueva Eva.


Este singular triunfo de la Inmaculada, que se conforma en la calle central, se completa en las laterales por una serie de ángeles que proclaman con trompetas las glorias y fama de María y sostienen cartelas en las que se recogen textos del Antiguo Testamento que prefiguran a la Inmaculada Concepción. Todo ello en un paisaje celeste  que se despliega  sobre una doble representación: la de una ciudad y los campos con los que se enmarcan los fundamentos de la columna mariana.

( tomado del artículo de  Felipe Serrano Estrella aparecido en catálogo JUAN DE ÁVILA  El Maestro y su tiempo)

ANTONIO CALDERÓN, BAEZANO INMACULISTA

El  baezano Antonio Calderón nació a finales del siglo XVI y estudió Artes, Filosofía y Teología en la Universidad de Baeza, donde después enseñó Filosofía. En 1621 fue becario del Colegio de Cuenca, donde tuvo gran reputación, enseñando en las cátedras de artes, escritura y Santo Tomás. Fue promovido lectoral de Salamanca, en 1638 le confirieron una canonjía en Toledo y poco después fue nombrado maestro de la Infanta María Teresa (posteriormente reina de Francia) y capellán mayor del real convento de la Encarnación. Renunció al obispado de la Paz en Perú. En 1653 fue presentado para el arzobispado de Granada, pero murió antes de que llegasen las bulas.


El fervor inmaculista  que el Santo maestro Juan de Ávila imprimió a la Universidad de Baeza aumentó la devoción a la limpia concepción de la Virgen que a Calderón le inculcaron sus padres desde sus primeros años.

Como él mismo reconoce a lo largo del capítulo 1º del libro que escribió sobre la Inmaculada “cuando su madre estaba a punto de darle a luz, a la puesta del sol, iba a la iglesia de la Concepción a rezar, porque había oído decir que las parturientas que invocasen a la Inmaculada Concepción, la Santísima Virgen les prestaría ayuda en el momento del parto. Narra así mismo  que en su barrio se encontraba el colegio de los jesuitas, donde su madre confesaba y comulgaba, y como estando en ese templo, sintió los dolores del parto. Allí se encomendó a la Inmaculada y al poco tiempo, trasladada a la casa, le dio a luz. Con una visión providencialista, Calderón recuerda que nació un 8 de octubre, memoria litúrgica de Santa Brígida, que en sus “Revelaciones” habla también de la Inmaculada Concepción.


Cuando en 1618 la Universidad de Baeza hizo el juramento de defender este misterio mariano, él, entre los maestros y doctores juró defender esta verdad de fe, siendo él el encargado de recoger en un libro las fiestas que con motivo de este juramento se celebraron entonces. Cuando en 1620 alcanzó el grado de licenciado repitió el juramento por segunda vez y por tercera al ser investido como doctor en teología el mismo año. Cuando en 1624 alcanzó el grado de bachiller en la universidad de Salamanca volvió a repetir el juramento e igualmente en la universidad de Toledo en 1629.


Desde su puesto en la corte de Madrid, se distinguió como uno de los más eficaces organizadores y coordinadores de las sucesivas campañas de la Monarquía, destinada a obtener de Roma la definición dogmática de la Inmaculada, que no se haría realidad hasta el 1854.

( tomado de un artículo del Dr. Martinez Rojas publicado en el catálogo   JUAN DE ÁVILA  El Maestro y su tiempo)

lunes, 2 de diciembre de 2013

TRATADO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN (1582)

Diego Pérez de Valdivia,discípulo predilecto de San Juan de Ávila escribió el primer tratado teológico sistemático en castellano sobre la Inmaculada.

Este tratado de la singular y purísima concepción de la Madre de Dios, se lo dedicó a la muy ilustre señora Dª Jerónima de Rocabertín, priora del monasterio de N.S. de los Ángeles de Barcelona con estas palabras:


Muchos días ha que me mandó vuestra merced que le escribiese un breve tratado de la Concepción de Nuestra Señora, porque deseaba entender bien esta verdad y las razones de ella y tenerlo escrito… Ciertamente es dificultoso y lo entienden pocos, con aquella rectitud que se ha de entender. Oso decir que, en cierta manera, así como esta fiesta es tan universal y tiene tantos devotos, así tiene pocos que la entiendan bien entendida y la sientan bien sentida, y la solemnicen con aquella reverencia y veneración que a tan grande y alta fiesta  se debe…  será este mi trabajuelo provechoso para algunos corazones devotos de esta fiesta y no tan instruidos en la declaración de ella…

Una cosa le osaré afirmar: …por lo menos encontrará en éste tratado doctrina católica y sólida de edificación…Gracias a Dios que me ha dado  doctrina clara, llana y sencilla y que enseña a servir a nuestro Señor con mortificación y caridad, conforme a los ejemplos, vida y doctrina de los que muy ciertamente sabemos que fueron y van al cielo.


Después lo dedica AL CRISTIANO LECTOR tratando de exponer las razones que le han movido al no tener noticia de libro publicado en lengua vulgar que trate este asunto. …habiendo muchas veces predicado de esta fiesta, habiendo experimentado por una parte, que algunos se han aprovechado de la doctrina que oyeron y, de otra parte , poquitos son los que entienden  este punto de la Concepción, y cuán pocos dignamente la celebran, y que todo es hablar y hacer cosas exteriores, ni tener espíritu y ni disposición conveniente a la celebración de esta fiesta, me determine a ofrecer mi trabajo para convidar a los muy devotos y doctos, a que enfadados por este atrevimiento mío, se esfuercen en escribir de esta materia, fecunda y eruditamente.

…solamente pretendo declarar qué quiere decir LIMPIA CONCEPCIÓN, y qué razones y causas hay para que los devotos de esta fiesta  se gocen y consuelen viendo cuán justamente  y con cuánta razón, son devotos de esta fiesta…Juntamente con esto  pretendo responder a algunos curiosos…y concluyo rogando  a todos los devotos de esta santa fiesta quela honren y reverencien con toda limpieza de conciencia y con toda reverencia, interior y exterior, para que corresponda la veneración al venerado.


En tercer lugar hace una INTRODUCCIÓN de la que entresaco: En este centenario de años en que estamos, que corre de quinientos a seiscientos… ha habido grandes reformas… no niego que haya habido también males…pero entre los bienes quiero resaltar dos: Uno es la frecuencia de sacramentos juntamente con la veneración del Santísimo Sacramento y el otro, la devoción tan grande a la Concepción de Nuestra Señora, que en este centenario ha crecido y aumentado de una manera muy notable.

De estas dos cosas pienso tratar: la una, qué es la Concepción, porque fue principio y disposición del santo Sacramento, preparándose la que había de ser y fue  Madre del Santísimo Sacramento, quiero decir: del hijo de Dios y hombre que en el Santísimo Sacramento verdaderamente está. Y también porque la doctrina de la Concepción es disposición  para más limpiamente recibir el Santísimo Sacramento.


Guardaré este orden: primero haré unas preguntas para abrir la puerta y entrar con más claridad. Segundo declararé ¿Qué es Concepción Inmaculada de Nuestra Señora? Y las razones que lo persuaden. Tercero, responderé a las preguntas, epilogando con la utilidad que de ésta consideración se ha de sacar.

LA EVOLUCIÓN DEL DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN


No siempre se ha celebrado y  ha tenido el rango de solemnidad la Fiesta de la Inmaculada Concepción. Cabe recordar que dicha fiesta tuvo su origen  en los monasterios de Palestina hacia el siglo VII. Los monjes de oriente la incluyeron en sus liturgias; desde el siglo IX se celebraba el 9 de diciembre; En algunos lugares de la Iglesia de occidente, también por influjo de los monasterios, empezó celebrándose, desde el siglo XII, el 8 de diciembre.

Después que se superaran las principales polémicas inmaculistas, porque los teólogos no llegaban a ponerse de acuerdo y por tanto la Iglesia católica no quiso definir ni determinar que el pueblo cristiano estuviese obligado a creer como cosa de fe, la limpia Concepción de Nuestra Señora, sin embargo el hospital más grande que disponía la Ciudad de Baeza estaba bajo la advocación de la limpísima Concepción de la Virgen Santísima María.


Los Sumos Pontifices favorecieron la creencia en la Inmaculada Concepción: SIXTO  IV  adoptó la fiesta en 1476 para toda la Iglesia Latina. Las más prestigiosas Universidades desde 1479 (Leipzig) defendieron sin fisuras, e incluso con exigencia de juramento para sus profesores el misterio de la Inmaculada Concepción: Así París (Sorbona 1496), Colonia  (1499) y Valencia (1530); Le siguieron  a partir de 1617 las Universidades de GRANADA, ALCALÁ, BAEZA (a la que dedicaremos un articulo aparte), SANTIAGO, ZARAGOZA, SALAMANCA, COIMBRA, MEXICO Y LIMA  entre otras.

S. JUAN DE ÁVILA, según la teología de la época, va a influir poderosamente. Él afirma continuamente la fe sobre la Inmaculada: “No nace en noche de pecado, ni fue concebida en él” (sermón 61, 14). Su discípulo predilecto, DIEGO PÉREZ DE VALDIVIA  escribirá el primer tratado teológico en castellano sobre la Inmaculada. ( a dicho tratado le dedicaremos otro artículo )


En 1593 la Congregación General de los Jesuitas emitió un edicto, haciendo oficial la doctrina inmaculista. Años más tarde en 1617  PAULO  V decretó que no debía enseñarse publicamente que María fue concebida en pecado original. Muchas órdenes religiosas apoyaban esta doctrina: Los franciscanos eligieron en 1645 como patrona a la Madre Inmaculada. El Papa ALEJANDRO VII declaró en 1661 como objeto de fe (verdad revelada por Dios) que María no fue tocada por el pecado original en el primer momento de la creación de su alma y su infusión en el cuerpo.


Será en el año 1854 cuando el Papa  PIO  IX  defina solemnemente el dogma de la INMACULADA CONCEPCIÓN: “La Virgen María, en el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia  concedidos por Dios, en vista de los méritos de Jesucristo, Salvador del  linaje humano, fue preservada de toda mancha de pecado original”.

Esto es, a grandes rasgos, lo que se conoce en la Iglesia Católica como “evolución del dogma”. Una verdad de fe contenida en el depósito de la Revelación (Sagrada Escritura y Tradición de la Iglesia), que necesita del tiempo para darle forma y sea entendida perfectamente.