lunes, 25 de noviembre de 2013

UN DÍA POR SAN ANDRÉS


Cuando en otro apartado hemos expuesto la importancia que tuvo la parroquia de San Pedro de esta Ciudad  en la fundación y ubicación  de la Universidad fundada por el Maestro Juan de Ávila (erigiéndose intramuros de la Ciudad, en la demarcación de esta Parroquia )  nos hemos valido del testimonio del Licenciado JUAN PRETELL, abogado de la Corte, vecino y feligrés de la Parroquia de San Gil de la Ciudad de Granada, porque él fue enviado por sus padres, desde Linares, su ciudad natal a estudiar Gramática a esta Universidad donde encontró al Doctor Bernardino de Carleval  y al Doctor Diego Pérez de Valdivia.


A más de las cosas que quedan dichas a propósito de la Parroquia de San Pedro, prosigue su testimonio diciéndonos: Que ha entendido siempre que los dichos doctores fueron discípulos  del dicho Venerable Padre Maestro Juan de Ávila, los cuales además de conocerlos los oyó predicar una y muchas veces, los cuales eran ejemplarísimos y grandes predicadores y cuando predicaban se despoblaba la Ciudad porque sus sermones eran muy espirituales y enderezados al bien y aprovechamiento de las Almas.



Y se acuerda  que estando un día en la universidad por SAN ANDRÉS, QUE ES TIEMPO DE FERIA EN LA DICHA CIUDAD DE BAEZA, le dijeron al dicho DOCTOR DIEGO PÉREZ como en el mercado donde se hacía la dicha feria y en la placeta del agua, había mucha gente y mujeres dando mal ejemplo, y luego que se lo dijeron, hizo que un bedel de estudio tocase una campanilla, a la cual seña se juntaron todos los estudiantes y salió con todos ellos diciendo la doctrina cristiana, que era costumbre hacerse algunas veces, y se fue con ellos al dicho mercado y placeta donde están las tablas de los pregoneros y se  subió en una de ellas y a voces dijo:


ea caballeros, damas y galanes, que vendo el cielo, acérquense que lo vendo muy barato, tres blancas me ofrecen por él y más barato se da, dase por un golpe de pecho, por un suspiro, por una lágrima, quién le pierde y habiendo repetido esto y otras cosas algunas veces.Se allegó un gran concurso de gente y prosiguió con el sermón y todo eran lágrimas y suspiros, y así se acabó el sermón, habiéndose hecho mucho fruto con él  porque se estorbaron muchos inconvenientes, respeto de que no quedó gente en las tiendas ni en las plazas donde estaban ocupados en sus entretenimientos. Y se volvieron ESTE TESTIGO Y LOS DEMÁS ESTUDIANTES CON EL SUSODICHO DICIENDO LA DOCTRINA, y en esto se ocupaba el dicho DOCTOR DIEGO PÉREZ y otras cosas de mucha virtud.

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