Cuando en otro apartado hemos expuesto la importancia que
tuvo la parroquia de San Pedro de esta Ciudad
en la fundación y ubicación de la
Universidad fundada por el Maestro Juan de Ávila (erigiéndose intramuros de la
Ciudad, en la demarcación de esta Parroquia )
nos hemos valido del testimonio del Licenciado JUAN PRETELL, abogado de
la Corte, vecino y feligrés de la Parroquia de San Gil de la Ciudad de Granada,
porque él fue enviado por sus padres, desde Linares, su ciudad natal a estudiar
Gramática a esta Universidad donde encontró al Doctor Bernardino de
Carleval y al Doctor Diego Pérez de
Valdivia.
A más de las cosas que quedan dichas a propósito de la
Parroquia de San Pedro, prosigue su testimonio diciéndonos: Que ha entendido
siempre que los dichos doctores fueron discípulos del dicho Venerable Padre Maestro Juan de
Ávila, los cuales además de conocerlos los oyó predicar una y muchas veces, los
cuales eran ejemplarísimos y grandes predicadores y cuando predicaban se
despoblaba la Ciudad porque sus sermones eran muy espirituales y enderezados al
bien y aprovechamiento de las Almas.
Y se acuerda que
estando un día en la universidad por SAN ANDRÉS, QUE ES TIEMPO DE FERIA EN LA
DICHA CIUDAD DE BAEZA, le dijeron al dicho DOCTOR DIEGO PÉREZ como en el mercado
donde se hacía la dicha feria y en la placeta del agua, había mucha gente y
mujeres dando mal ejemplo, y luego que se lo dijeron, hizo que un bedel de
estudio tocase una campanilla, a la cual seña se juntaron todos los estudiantes
y salió con todos ellos diciendo la doctrina cristiana, que era costumbre
hacerse algunas veces, y se fue con ellos al dicho mercado y placeta donde
están las tablas de los pregoneros y se
subió en una de ellas y a voces dijo:
ea caballeros, damas y galanes,
que vendo el cielo, acérquense que lo vendo muy barato, tres blancas me ofrecen
por él y más barato se da, dase por un golpe de pecho, por un suspiro, por una
lágrima, quién le pierde y habiendo repetido esto y otras cosas algunas
veces.Se allegó un gran concurso de gente y prosiguió con el sermón y todo eran
lágrimas y suspiros, y así se acabó el sermón, habiéndose hecho mucho fruto con
él porque se estorbaron muchos
inconvenientes, respeto de que no quedó gente en las tiendas ni en las plazas
donde estaban ocupados en sus entretenimientos. Y se volvieron ESTE TESTIGO Y
LOS DEMÁS ESTUDIANTES CON EL SUSODICHO DICIENDO LA DOCTRINA, y en esto se
ocupaba el dicho DOCTOR DIEGO PÉREZ y otras cosas de mucha virtud.
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