El Maestro Bartolomé Ximenez Patón, secretario del santo
oficio, el año 1628 publicó en Jaén la historia de la antigua y continuada
nobleza de la ciudad de Jaén, en el capítulo 40 dedicado a la Ciudad y Arciprestazgo
de Baeza, nos dice de la Parroquia del Señor San Pedro que tiene 88 casas, un priorato y un
beneficio. Esta Iglesia es obra antigua porque era Mezquita de Moros y la han
mejorado poco, pienso que por no tener suficiente fábrica. Argote de
Molina escribe: Cuando los moros de Córdoba
dieron muerte al rey de Baeza, ya estaba el Alcázar en poder de los cristianos.
El Santo Rey don Fernando había puesto por Capitán y Alcalde a don Gonzalo
Ibañez Navoa, Maestre de Calatrava.
Sabiendo pues los
Moros de Baeza la muerte de su Rey, llevaron pesadamente que el Alcázar
estuviera en manos cristiana y queriendo rescatarla juntaron a todos los Moros
de la comarca y trataron de acometer con
toda su potencia.
El maestre consultó el
caso con los principales que estaban en
su compañía y todos fueron del parecer, contra el suyo, de dejarlo y
desampararlo. No pudiéndoles resistir, ordenó la salida con trampa, que fue
herrando los caballos al revés, para que los moros entendiesen haberles venido
socorro.
Yendo a salir por la
puerta del Alcázar, vieron una luz blanca sobre ella entre las torres y a todos les pareció señal
favorable del Cielo y ya les pesaba haberse salido. Comunicando el caso
llegaron hasta un cerro, que hoy llaman por esto la Asomada y allí fueron del parecer de volverse, y
continuando el ardid, desherraron los caballos y los tornaron a herrar a lo
derecho y hecho piña entró la tropa en el Alcázar.
Los moros que
imaginaban que sobre los que había de asiento, habían venido aquella noche más,
por las huellas de los caballos que habían visto y entendiendo que era nuevo
socorro el que ahora había venido, tuvieron tanto temor, que desampararon la
Ciudad y huyeron a Úbeda
Los Cristianos al
enterarse de lo cierto, recelándose alguna emboscada o estratagema, echaron un
espía por la Ciudad y no halló en toda ella persona hasta que entró en esta
Mezquita ( que es la Iglesia de San Pedro de que tratamos) y en ella halló un moro ciego, el cual le
certificó , que por el socorro que entendían los Moros había venido,
desampararon la Ciudad y se habían retirado a Úbeda que estaba cercada y fortificada
por ellos.
Don Gonzalo,
entendiendo que desengañados habían de volver sobre ellos con mayor furia y
enojo, hizo recoger todo el bastimento que habían dejado( que fue mucho) y con
él se entretuvo días hasta que vino el socorro que envió el Santo Rey con Lope
Diaz de Haro, y la tomaron del todo, el cual entró por la puerta que llaman del
Conde el día de San Andrés y la ganaron y hasta hoy no ha vuelto a ser de
Moros, y luego erigieron en Iglesia
Católica esta Mezquita con vocación de San Pedro, y por ser la más antigua de
esta Ciudad es de admirar que sea tan pobre de parroquianos.
En la Ciudad de Granada el día 13 de diciembre de 1624 el LICENCIADO JUAN PRETELL abogado en esta
Corte y vecino de la Parroquia de San Gil, que entonces tenía 76 años participó
en el proceso de beatificación incoado en Granada, exponiendo:
Que aun que no conoció al Maestro Ávila, fue a la Ciudad de
Baeza , de la villa de Linares de donde es natural, de 13 o 14 años de
edad a estudiar Gramática y allí halló al doctor Bernardino de Carleval y al doctor Diego Pérez de Valdivia a quienes
el Maestro Ávila había dejado al frente de dicho Colegio, los cuales tenían
tanto cuidado de que los Maestros y estudiantes viviesen con mucha virtud y
recogimiento, que los forasteros como yo era y otros, para que viviésemos de
esta forma, nos ponían en casas particulares clérigos y otras personas
religiosas que las tenían a nuestro cargo mostrándonos cosas de virtud.
Y nos hacían que al principio de cada mes, todos juntos fuéramos a la Iglesia del Señor San Pedro a confesar y comulgar, y seríamos
cerca de cuatrocientos estudiantes.
Que la memoria del Maestro Juan de Ávila estaba presente en
aquel tiempo, en aquella ciudad y universidad como si estuviera en ella.
También sabe este testigo, que entonces tenía 26 o 27
años que siendo discípulo del DOCTOR DIEGO PÉREZ DE VALDIVIA o del
DOCTOR DIEGO DE ÁVILA, natural de Baeza, que era tan ejemplar que era vivo
ejemplo de la universidad, sucedió que habiendo presidido un día en la dicha
Universidad un acto de unas reposiciones Magnas y habiéndole llevado los
bedeles a su casa como es costumbre y volviendo por él a las tres de la tarde
para continuar el acto , viendo que no salía de su aposento, entraron en él y
le hallaron hincado de rodillas, puestas las manos y muerto, lo cual
atribuyeron a cosa maravillosa hallarle de esta suerte siendo tan virtuoso como
era.
Tanto es así, que este testigo se acuerda, por ser discípulo
suyo, haberle ayudado muchas veces a decir Misa y le vio que tomando el amito
eran sus ojos unas fuentes de lágrimas.
También el MAESTRO
JUAN DE CISNEROS Prior de la Iglesia de San Pedro de esta Ciudad, el día 10
de septiembre de 1624, testificó diciendo que las cosas que sabía se las oyó
decir al Doctor JUAN DE CÓRDOBA canónigo
de la Colegial que nació hacia el año 1522.
Que le preguntó el Padre Fray Luis de Granada, predicador
que era del Marqués de Priego, al
Maestro Ávila que cómo tendría que
predicar, a lo que le respondió: Que
tuviese en todos sus sermones un grandísimo deseo de la conversión de las almas.
Y replicándole que no lo entendía le dijo: Haga
lo que hacen los señores con los Azores, que le quitan la comida un día antes
para que con mayor afición vayan a la caza. Y desde entonces el Padre Fray
Luis de Granada le tuvo tanta afición al dicho siervo de Dios que se iba tras
él a los sermones, sentándose en la gradica del púlpito, todo lo cual sabe este
testigo porque se lo oyó decir al canónigo antes citado, muy conocido del
Maestro Ávila al que trató más de cuarenta años.(9)
Que es muy notorio el gran fruto que el siervo de Dios hizo,
y en particular en esta Ciudad de Baeza, donde predicó mucho tiempo.
Que trató con el Hermano Juan de Dios, el cual habiéndose
hecho loco y estando en la cárcel de los Locos en Granada y habiéndole
castigado, fue a visitarle el dicho siervo de Dios, conociendo que no estaba
loco sino que aquello lo hacía para que lo menospreciasen, y le preguntó que
cómo le iba, y dijo que muy bien nos han castigado y muy bien me va. Y de esta
visita se entendió en la dicha Ciudad de Granada que el dicho Juan de Dios no
era loco.( 23 )
Refiriéndose al Colegio de niños que fundara en esta ciudad,
donde hay siete Maestros y se enseña de balde a todos los vecinos de esta
Ciudad y fuera de ella, tanto que suelen concurrir quinientos niños y que fundó
otro Colegio en la villa de Beas de Gramática. ( 27 )
Que yendo de la Universidad de esta Ciudad a la Villa de Beas a una Misión el siervo de
Dios DOCTOR BARRANA, que dicho tiene murió Mártir, llegó un hombre a decir que le confesase, y teniendo costumbre estos
predicadores de preguntar primero cuántas eran las Personas Divinas, el dicho
hombre se enfadó de la pregunta y no
quiso confesar, y volviéndose el dicho Doctor de la Misión a Baeza, le salieron
al camino cuatro hombres y le dieron de palos, diciéndole: Irregular ¿no
sabemos aquí cuántas son las Personas Divinas? Que son cuatro, y él dijo con
mucha modestia que porque saliesen de aquel error estaban bien dados los palos,
y les declaró el Misterio de la Santísima Trinidad con que quedaron confusos y
arrepentidos. Y esto se publicó en las dichas Escuelas y así se enteró este
testigo. ( 34 )
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