El pasado Martes Santo, 3 de
abril, se celebraba en la S. I. Catedral de Baeza la Santa Misa Crismal.
A las 10.30 se realizaba el
traslado de las reliquias de San Juan de Ávila desde la Iglesia de San Juan
Evangelista hasta el templo catedralicio.
Así, a las 11 de la mañana
comenzaba la ceremonia presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López y
concelebrada por D. Antonio Ceballos, Obispo emérito de Cádiz y Ceuta. Asimismo, más de 120 presbíteros renovaron,
un año más, sus promesas sacerdotales.
Durante la ceremonia, además, se
bendijeron los santos óleos: el óleo de los enfermos, el óleo de los
catecúmenos y el crisma, que se distribuirán por todas las parroquias.
Durante su homilía el Sr. Obispo
quiso agradecer el esfuerzo y la entrega diaria de los sacerdotes, así como
recordar a los hermanos ausentes. “Gracias por querer compartir y renovar
juntos nuestro ser y hacer sacerdotal en esta Misa que celebramos con la
presencia de la insigne reliquia de San Juan de Ávila, y porque me dais la
posibilidad de agradecer vuestra entrega diaria, siempre generosa y, a veces,
hasta heroica a favor de los fieles encomendados. A la vez recordamos y nos
unimos a nuestros hermanos ausentes, lejos o cerca de nosotros, de forma
especial a los mayores y enfermos; felicitamos a quienes durante este año
celebran el 25, 50 y 60 aniversario de su ordenación y a los hermanos que han
concluido su peregrinación en esta vida, desde la última Misa Crismal”.
Hizo hincapié, además, la próxima
declaración de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia. “Todos conocemos
muy bien, sin duda, la presencia de San Juan de Ávila en esta Ciudad de Baeza.
Hemos querido reunirnos en su Catedral para celebrar este acontecimiento anual
a las puertas de su declaración como Doctor de la Iglesia, conforme al anuncio
de SS. Benedicto XVI, en la Catedral de la Almudena de Madrid el pasado mes de
agosto. Damos gracias a la Diócesis de Córdoba y Santuario de Montilla por tan
importante favor, así como a la Comisión diocesana para la preparación de los
actos de esta declaración. Que San Juan de Ávila interceda a favor de esta su
Iglesia de Jaén y su espíritu y enseñanzas continúen en el tiempo entre
nosotros”.
Asimismo, D. Ramón del Hoyo quiso animar a los sacerdotes en el
recorrido de su vida sacerdotal. “Es la
hora de comenzar de nuevo nuestro recorrido ilusionado sacerdotal mirando a lo
que está por venir. Es la hora de afianzar nuestra fidelidad a Jesucristo
sacerdote de quien seguimos fiándonos por completo. Es el momento de renovar
nuestra entrega, con renovado empeño, a nuestro ministerio, de reavivar nuestro
espíritu misionero a favor de la nueva evangelización, de ser testigos
sencillos y sinceros de Jesucristo las veinticuatro horas del día, de celebrar
la Eucaristía como acto supremo de nuestro ser sacerdotal, de buscar con ahínco
y pedir con renovada fe y confianza nuevas vocaciones sacerdotales, que nos
interpele a querernos con cariño humano y sobrenatural, a ser los primeros
samaritanos de los pobres, de quienes carecen de trabajo, de los inmigrantes,
de los enfermos y de los que sufren…”.
Finalmente,
la eucaristía culminaba con una oración a San Juan de Ávila y la veneración de
las reliquias del Santo.
A las 17 horas tocaba despedir las sagradas reliquias. Ya
todo era distinto. Su llama ardiente ha prendido de nuevo. Su visita nos ha
servido para recobrar el aliento y con corazón anhelante esperar el momento, el
día otoñal que el Papa lo declare DOCTOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario