sábado, 14 de diciembre de 2013

SAN JUAN DE ÁVILA Y LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN BAEZA

Como ya lo hiciera al hablar del Monasterio del Tardón, el  poder atractivo y arrebatador del Maestro Ávila se vio pronto rodeado en cierto modo numeroso de clérigos y laicos que vieron en él el perfecto director espiritual, sugiriendo a cada uno de sus discípulos el camino que podían seguir en orden a alcanzar la santidad de vida.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

IGLESIA de “LAS ESCUELAS” y ANTIGUA UNIVERSIDAD “SANTÍSIMA TRINIDAD”


A principios de la década de 1560 existe ya una Real Provisión que autoriza la construcción de un edificio universitario en el lugar de San León, lugar extramuros junto a la ermita y puerta de ese nombre (hoy erróneamente llamada del Barbudo), el Pósito y la Alhóndiga. Una década después Alonso de Carvajal dona a la universidad un solar en dicho lugar de San León, lindante con los adarves y el Pósito. La importantísima herencia del Arcediano de Campos RODRIGO PÉREZ DE MOLINA, sobrino del fundador RODRIGO LÓPEZ permitió el aumento de dotación de las cátedras y el impulso a las obras del nuevo edificio. En el año 1565 PEDRO FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA sobrino del arcediano de Campos, que ya venía formando parte del claustro, será el promotor de este nuevo edificio que iniciando el curso académico oficial el 18 de octubre de 1595, tendrá lugar el suntuoso acto de inauguración.

LA CONCEPCIÓN, SAN JUAN DE ÁVILA y los CARMELITAS DESCALZOS. Partes III

LOS  CARMELITAS DESCALZOS

Hemos de retroceder en el tiempo para ver el nexo existente entre LOS CARMELITAS DESCALZOS y SAN JUAN DE ÁVILA.

(Aparte de lo que conocemos por la llamada “ESCUELA SACERDOTAL DEL MAESTRO ÁVILA”, su labor de dirección y discernimiento (dones para los que estaba singularmente dotado) se concentra en sugerir a cada uno de sus discípulos el camino que pueden seguir en orden a alcanzar la santidad de vida. Uno de estos caminos fue el de la vida eremita, y en este aspecto tuvo una singular importancia el Monasterio del Tardón.


 Sintetizando diré  que en el desierto DEL TARDÓN vivieron ocho años  el Padre Mariano de San Benito, (que con Santa Teresa vendría a ser una gran columna de la orden carmelita descalza) y Fray Juan de la Miseria, raro ejemplo de santidad (será quién pinte a Santa Teresa). De este desierto hará mención Santa Teresa en el capítulo 16 del Libro de las Fundaciones. Al hablar del Padre Mariano que le relata la vida ermitaña que llevaban, dirá la santa “    PARECIOME EL RETRATO DE NUESTROS SANTOS PADRES”.

La estancia de dichos Padres en el TARDÓN se debe a que el Padre Mateo fue el primer ermitaño en instalarse en este lugar, uniéndose a él el Padre Diego Vidal de la orden de San Basílio, con el visto bueno del Maestro Ávila. Dicho Padre le persuadió para que recibiesen más ermitaños llegando a la conclusión  que habían de consultarlo con el Maestro Ávila que si él dijera que los recibieran, lo harían.


Comenzóse a poblar de hombres santísimos, llegando  a cuarenta en poco tiempo. Entre  éstos estaban el Padre Mariano de San Benito y Fray Juan de la Miseria que juntos con otros pasaron a engrosar las filas del Carmelo Reformado.

SANTA TERESA  de  JESÚS

Aparte de recibir a Francisco Hernández cuando estuvo fundando en la villa de BEAS, antes lo hizo en Malagón el rector de la Universidad Dr. Bernardino de Carleval comprobando personalmente lo que de ella se decía y más tarde, antes de emprender camino para Barcelona,  en Toledo, lo hizo el Dr. Pérez de Valdívia, quedando la santa hondamente impresionada al descubrir en él el hombre de Dios que era.


Muy poco tiempo, antes de la muerte de San Juan de Ávila, tuvo Santa Teresa de Jesús ocasión que el Padre Maestro la confortará y devolviera la paz a su espíritu. Ella nunca se sentía segura del todo, por grandes que fuesen las misericordias de Dios y las mayores letras de España, los hombres más espirituales le certificasen de su buen camino; más porque no quedase medio por intentar de su parte, resolvió dar de sí cuenta a la Iglesia y someterse en todo a su juicio.


Fue D. Francisco de Salazar, Inquisidor Apostólico y luego Obispo de Salamanca, quién para más seguridad le aconsejó pusiese por escrito todo lo que sentía  y había pasado por su interior, con toda llaneza y verdad y lo enviase al Padre Maestro Ávila que la entendería mejor y que con la respuesta que él le diese se sintiera segura y que no había de temer.

La carta llegó al destinatario, después de muchas peripecias, con tiempo suficiente para que el Maestro Ávila le respondiera. Todos los que han escrito de la Santa han hecho gran estima de la aprobación dada por el Padre Maestro.


El santo obispo de Tarazona Fray Diego de Yepes, Jerónimo, confesor de Felipe II y de la Santa.

Fray Jerónimo Gracián, Prior del convento de Úbeda: “con esta carta se tranquilizó la Santa, cosa que antes no había podido”.

El P. Francisco de Ribera S.I., hablando de esta carta dice “tanto fruto hizo siempre con sus palabras y con sus escritos”

LA CONCEPCIÓN, SAN JUAN DE ÁVILA y los CARMELITAS DESCALZOS. Parte II

En la actualidad, esta Iglesia está regentada  por los PP Carmelitas Descalzos que en 1954 se hicieron cargo de ella. La primera vez que hicieron acto de presencia en la Ciudad de Baeza fue en el año 1579, cuando SAN JUAN DE LA CRUZ, (a instancias de la Madre Ana de Jesús, priora del convento que SANTA TERESA DE JESÚS en el año 1575 fundó en la villa de BEAS ) con un reducido número de religiosos se establecieron  en la Ciudad, para poder formarse en la  Universidad ya consolidada. Llevando 30 años funcionando.


Será el P. Gracián de la Madre de Dios el que escribe.”Hay un Colegio que allí  fundó el padre Maestro Ávila de clérigos muy santos, que salían a predicar y confesar por aquellos pueblos con vida apostólica y leían enseñando a los estudiantes seglares con la ciencia, la oración y la mortificación como si fueran religiosos. Hay en esta ciudad gran espíritu, así en hombres como mujeres…)y FRANCISCO DE CUADROS  al declarar en el proceso dirá, que los carmelitas al llegar a esta ciudad entendieron que  “para que la ciudad de Baeza fuese un convento(…) no le faltaba otra cosa  sino que se cerrasen las puertas de la ciudad de noche, como se cierran las de los conventos”.

En los profesores de la Universidad: los Doctores Bernardino de Carleval y Pérez de Valdivia entre otros encontraron gran afinidad ya que la espiritualidad que les movía tenía muchos puntos en común. Baste recordar la fundación de LA PEÑUELA  (La Carolina) y la  DEL TARDÓN (en Hornachuelos  Córdoba) que al pedirle el Papa a los ermitaños  que vivieran en comunidad, se acogieron a las reglas de San Basilio, viniendo a ser la advocación que tomó el convento erigido en Baeza.


El historiador Ximenez Patón nos dirá : En la parte que dicen Calancha un colegio de aventajada fábrica de religiosos descalzos de nuestra Señora del Carmen, que suelen ir a las Escuelas  donde leen Artes y Teología y si la necesidad obliga  Teología o Artes.

Era en tiempos del obispo DEZA cuando se fundó el convento de Descalzos, del que no quedan restos. Aunque Galera Andreu comenta que el núcleo fundamental de las obras estuvo listo en el año 1621. En este lugar se levantó la Escuela de Artes que perduraría hasta mediados del siglo pasado, erigiéndose en el mismo sitio el nuevo edificio de las dichas escuelas, teniendo acceso por la Travesía del Carmen.



Solamente, a ras del suelo en el patio que queda en el margen derecho de la entrada al edificio nos encontramos un monumento a SAN JUAN DE LA CRUZ, evocando el convento de San Basilio e Iglesia del Carmen que él fundara en este lugar. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

LA CONCEPCIÓN, SAN JUAN DE ÁVILA y los CARMELITAS DESCALZOS. Parte I

Extramuros de la ciudad  hay un hospital de mucha caridad y devoción, bajo la advocación de la limpísima Concepción de la Virgen Santísima María, donde se curan enfermos de calenturas y heridas, con mucha caridad, aseo y cuidado, con la renta que tiene  y limosnas de la Ciudad, que se le hacen grandes. En el archivo municipal, año 1529, se encuentran las Ordenanzas de la Cofradía y Hospital de la Purísima que se conocía de tiempos inmemoriales, erigido según parece después de reconquistada la Ciudad.


Los estatutos dados por el Maestro Ávila a la naciente Universidad (en paradero desconocido) debían recoger su pensamiento: en cada enfermo está Cristo esperando, tanto para santificarle, como para estimular a otros hermanos a la caridad. La acción apostólica  deberá, pues, derivar a ese campo de caridad, que es prioritario y se concretará en los hospitales. El servicio a los enfermos ocupará un lugar muy importante en las actividades que los profesores y alumnos de estas Escuelas han de llevar a cabo los sábados. No es  de extrañar que FRANCISCO HERNÁNDEZ, de quién hablaremos más ampliamente participara en estos menesteres caritativos con los enfermos.

En este Hospital gastó lo más de su vida y murió en él una gran sierva de Dios, hermana del santo Doctor Diego Pérez, sirviendo y curando a los enfermos con mucha misericordia: de cuya bondad, virtud y humildad santa, si hubiera de escribir, pudiera hacer particular, grande y devota historia, como la de su hermano.

FRANCISCO HERNÁNDEZ


Se crió desde niño en casa del Padre Maestro Ávila, al lado de los Doctores Carleval y Valdivia; quizá aprendió a leer y escribir en dichas Escuelas. Tuvo por oficio enseñar la doctrina cristiana a los niños de Baeza y esto le bastó para predicar mucho tiempo y con gran fruto. Salió de las Escuelas, tan fervoroso y devoto del santísimo Sacramento que el día del CORPUS parecía salirse de juicio: Solía ir disfrazado como un Rey David delante del Arca de la Alianza, en compañía de todos los muchachos que iban cantando alabanzas a Dios.


FRANCISCO de CUADROS ALFEREZ, Prior de San Andrés, nacido en 1575, refiere haberlo conocido, por ser su Maestro en el Colegio de Niños donde él se enseñó a leer y escribir. Recuerda verle con hábito de clérigo sin serlo y oírle predicar en las plazas de la Ciudad y de oír con admiración a muchos decir: ¿cómo este hombre predica, pues no ha estudiado?


PEDRO DE LOMAS clérigo, presbítero y feligrés de San Pablo, dice haber sabido por los Padres Carmelitas Descalzos que el Colegio de Niños ha tenido Rectores de gran espíritu y veneración y uno de ellos fue FRANCISCO HERNÁNDEZ que por muchos años gobernó este Colegio con gran santidad y sin ser hombre de letras  hacía pláticas a los Niños y en la plaza de esta Ciudad.


Bernardino de Carleval, lo puso más por su celo que por sus letras al frente del Colegio de los niños erigido en Úbeda. Por aquel entonces 1575, según parece, visitó en la villa de Beas a Santa Teresa, quedando ésta un tanto sorprendida. La Inquisición puso los ojos en él, teniéndolo en prisión hasta 1577 que lo sentenciaron. Quedó tocado de pasar por esta prueba y desde entonces comenzó a pensar en darle un giro a su vida. Se fue encariñando con la espiritualidad carmelitana, cambió el hábito de clérigo por el pardo carmelitano, vistiéndoselo el Padre Gracián de la Madre de Dios, que terminaba de fundar convento en Úbeda, tomando por nombre FRAY FRANCISCO DE JESÚS, EL INDIGNO. )

Volviendo a lo que fuere el Hospital de la Concepción que el Maestro Ávila frecuentara para atender y cuidar de los pobres y enfermos; tanto el Hospital como la Capilla anexa fueron sufriendo transformaciones.


El obispo Moscoso, preocupado por el desarrollo del Concilio de Trento, le lleva entre otras cosas, a preocuparse de las fundaciones benéficas destinadas a los más necesitados. Así, levantó en lo que fuera la antigua Iglesia de la Concepción, que existía contigua a la de San Francisco, otra de mayor dimensión que data de 1625, remodelando todo el complejo hospitalario, aportando de su propio peculio gran parte del dinero necesario.

La fachada que da al SO es interesante. Emula a la contigua del convento de San Francisco. Interesa resaltar  el tema mariano que anima y domina la portada. Un cuadro en relieve de la Purísima Concepción rodeada de los símbolos que la enaltecen, junto con los escudos laterales de la Ciudad y del obispo Moscoso.

                                           

sábado, 7 de diciembre de 2013

FIESTA EN LA UNIVERSIDAD DE BAEZA A LA INMACULADA

Estamos ante una obra que forma parte de la literatura mariológica sobre la Inmaculada Concepción, tema de enorme predicamento en el Siglo de Oro, particularmente en el marco de las festividades religiosas del reinado de Felipe III (1598 – 1621), principal promotor del culto concepcionista.


El culto concepcionista fue especialmente destacado en Andalucía y, sobretodo en Baeza, cuya Universidad se convirtió desde su fundación en una de las principales promotoras de la proclamación de este misterio como dogma de la Iglesia Católica.

Como es sabido, desde finales de 1617 esta Universidad, al igual que otras muchas, exigía a sus alumnos un voto o juramento de defensa de este misterio, requisito previo a la colación de sus grados académicos. Y fue precisamente con ocasión de la fiesta de Baeza a la que da nombre el libro, cuando se acordó redactar el juramento o Estatuto inmaculista en dicha Universidad, promulgado solemnemente el 14 de enero de 1618 en el Claustro de profesores  de las Escuelas y Universidad de la Santísima Trinidad de  Baeza. (Dicho Juramento figura en el folio 48 de la presente obra.)


El redactor y compilador del libro fue Antonio Calderón, catedrático de Artes en la Universidad y uno de los siete jueces de la justa poética celebrada en diciembre de 1617.

Antes de la relación propiamente dicha de la Fiesta, hay una dedicatoria de Calderón a su Ciudad de gran interés histórico y literario. Su intención es el de elogiar su Ciudad y su Universidad por ser paladín del culto concepcionista. Nos dice:” Honra es de las Escuelas de Baeza que se sepa lo que ha hecho en honra de la Concepción purísima de María, y mía lo será no pequeña de camino de paso honrar mi patria, diciendo algunas de sus excelencias.”


Presenta a continuación una serie de documentos muy variados, que sirven para conocer los acontecimientos que propiciaron la celebración de la Fiesta. Tras estos preliminares Calderón nos presenta los textos relativos al certamen poético, sobresaliendo entre éstos el poema latino del propio Calderón  que contiene “los más grandes fundamentos  que hay a favor del misterio de la Concepción” reflejando el marcado carácter doctrinal  que la Universidad de Baeza supo imprimir en la celebración de la fiesta en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen.


(Tomado del artículo de Manchón Gómez aparecido en Catálogo  JUAN DE ÁVILA  El Maestro y su tiempo.)

ALEGORÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

El libro que escribió Antonio Calderón sobre la Inmaculada Concepción, va acompañado de esta estampa realizada por el grabador flamenco Herman Panneels. Esta estampa, como podemos apreciar, desarrolla una composición tripartita de tres calles y tres cuerpos de gran barroquismo.


En la calle central, una columna cuyo cimiento es el escudo de España durante el reinado de Felipe IV, actúa como punto de referencia para la apocalíptica imagen de la Inmaculada Concepción. María es representada  como una niña, en una gloria esplendente, vestida de sol, coronada de doce estrellas y con larga cabellera sobre sus hombros. A sus pies aparece la luna con las puntas hacia arriba y el dragón vencido por la Nueva Eva.


Este singular triunfo de la Inmaculada, que se conforma en la calle central, se completa en las laterales por una serie de ángeles que proclaman con trompetas las glorias y fama de María y sostienen cartelas en las que se recogen textos del Antiguo Testamento que prefiguran a la Inmaculada Concepción. Todo ello en un paisaje celeste  que se despliega  sobre una doble representación: la de una ciudad y los campos con los que se enmarcan los fundamentos de la columna mariana.

( tomado del artículo de  Felipe Serrano Estrella aparecido en catálogo JUAN DE ÁVILA  El Maestro y su tiempo)