martes, 12 de enero de 2010

EL DESCUBRIMIENTO

Era el mediodía del miércoles 30 de diciembre de 2009, en el claustro de la antigua Universidad, hoy IES “Santísima Trinidad”, ante los representantes de los distintos partidos políticos de la ciudad – que días antes habían aprobado en Pleno, el acuerdo de sumarse como CIUDAD a la petición que elevaría al PAPA el Sr. Obispo de la Diócesis, para que reconozca oficialmente a SAN JUAN DE ÁVILA – DOCTOR DE LA IGLESIA – el Director de la academia de la guardia civil, miembros de la comisión, sacerdotes de la ciudad y público invitado al acto, se procedió a retirar la cortina, dejando al descubierto el magnifico bajo-relieve, obra del escultor Ramiro Mejías.



El Sr. Alcalde, tras presentar la secuencia del acto, le dio la palabra al Rvdo. Sr. Francisco Javier Díaz Loríte – promotor y coordinador diocesano para la causa del Doctorado – que en nombre del Sr. Obispo – que se encontraba ausente de la diócesis – puso de manifiesto el profundo significado que encerraba el erigir este monumento, en sitio tan singular. Acto seguido, procedió a bendecirlo, haciendo así patente como el Señor ha bendecido y sigue bendiciendo a nuestra ciudad.



El Sr. Ramiro Megias, considerándose como uno de los pocos que hoy en día tocan el tema religioso, expuso lo que el ha pretendido que su obra transmita a todo aquel que la contemple.



D. Salvador García, director del IES “Santísima Trinidad”, nos dijo, ver hecha realidad con este noble bajo-relieve de personaje tan representativo para la historia de esta Universidad, parte de los sueños que el alberga, de darle vida a las galerías de este claustro singular.



Cerró el acto el Sr. Alcalde, haciendo un recorrido de lo que ha supuesto hasta el día de hoy los actos – religiosos, académicos y culturales – con que Baeza trata de homenajear a tan excelsa figura, viendo en este acto de descubrir el bajo-relieve, el sano orgullo que nos albergaba.



Los asistentes tuvimos ocasión de contemplar más de cerca la obra aquí erigida y felicitar efusivamente al autor y sentirnos profundamente satisfechos por lo hasta aquí conseguido.





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