Ruta Avilista Baezana

Recuerdo haber oído hace ya tiempo que muy pedagógico sería hacer una ruta completa que recogiera todos los lugares que se beneficiaron de la evangelización del “Apóstol  de Andalucía”.De ahí, que desde un principio soñara con una exposición y en lugar preferente un mapa de Andalucía sobretodo, donde aparecieran  señalados los pueblos y ciudades en los que dejó impronta el Santo Maestro.

Como el recorrer la ruta necesitaríamos de varios días y no en todos los sitios por los que pasó  les cupo la gracia de ser atendidos pastoralmente con igual intensidad, al menos en los principales se ofreciera esta oportunidad.

Con este ánimo, en la comisión ciudadana creada al efecto en nuestra ciudad de Baeza a primeros de septiembre de dos mil ocho, entre otras ideas se apuntó  la de hacer una ruta avilísta en nuestra ciudad.

Por aquel entonces, muy buenas cosas se hicieron para conmemorar el cuatrocientos setenta aniversario de la llegada a nuestra ciudad del Maestro Ávila, pero ésta – la ruta – quedó en el tintero. 
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El tiempo pasó y cuando el Papa confirmó la fecha de proclamar a SAN JUAN DE ÁVILA, DOCTOR DE LA IGLESIA, en la primera reunión que se tuvo de la comisión diocesana, cuando se barajaron propuestas de lo que se  podía hacer, no se dudó un instante  en proponer  el confeccionar la ruta avilista baezana.

Manos a la obra, con la colaboración extraordinaria de unas manos expertas, a medida que fue tomando forma, clarificando, perfilando, revisando una y otra vez, corrigiendo  hasta  resultar un trabajo que hoy tenemos la dicha de tener en nuestras manos. 

¿Qué es lo que pretendíamos?: Que la “RUTA AVILISTA BAEZANA” hablara por sí sola: que tomándola o descargándola de internet, pudiéramos decirle lo que Miguel Ángel le dijo a su obra escultórica predilecta “el David”: ¡Habla!

Que hablase en todos los idiomas y para toda clase de gente; de forma que desde el más indiferente al más identificado con la causa, pudiera sacar como conclusión, después de hacer la ruta, lo que fue capaz de hacer un hombre de fe como era Juan de Ávila en una ciudad como Baeza. La gran revolución; la gran transformación que operó en esta ciudad: Cómo evangelizó promocionando en lo cultural, en lo social  y en lo religioso; como predicó – con el ejemplo de una vida pobre y austera -  en el púlpito, en las plazas, en las calles, en las casas, con la palabra llena de santa unción. Y todo ello lo pudo hacer porque vivía íntimamente unido a Dios.

Esta ruta avilista baezana  la puede usar: El que viene sencillamente a conocer Baeza, a recrearse en sus monumentos, viendo en todos ellos la impronta con que los dejó marcados. Y el que viene como “peregrino” a saborear a recrearse en las maravillas que Dios hizo a través de su siervo San Juan de Ávila en esta ciudad. 

¿Lo conseguiremos?  El tiempo dirá.

El magnífico equipo de voluntarios “GUÍAS” que ha surgido de las parroquias de la ciudad, tan pronto como se les ha ofrecido como un especifico campo evangelizador, poniendo todo el corazón, van a intentar darle esa impronta  de peregrinación a quienes con una visión cristiana y de fe, vienen a encontrarse con el “Evangelizador” por antonomasia de nuestro siglo XVI, para aprender de ÉL como acometer la “nueva evangelización” a la que nos invita la Iglesia HOY.

Hablando con cualquiera de estos voluntarios “GUÍAS” aflora la experiencia tan enriquecedora que están teniendo con solo estar tan cerca de este gran gigante, al ir descubriendo cada día cosas nuevas del que para nosotros  hasta hoy ha sido el gran desconocido.